Cambios de hábito para combatir el estrés

El estrés convive con nosotros pero es posible combatirlo con cambios de hábito. Son cambios simples que concientizándonos nos ayudará a combatirlo casi sin darnos cuenta. Muchas situaciones suelen enojarte ¿te has puesto a pensar si verdaderamente todas esas situaciones valen la pena de tu enojo? ¿Son realmente tan importantes como para enojarte? ¿No te parece demasiada tu mala actitud? No puedes vivir todo el día con enojo y sufriendo por cuestiones que no tienen relevancia.

De hecho a pesar de tu enojo siguen ahí sin cambios, pero tú sufres innecesariamente. Es conveniente que des lugar al enojo cuando verdaderamente lo merece, pero seguramente van a ser casos espontáneos. De esta manera comenzarás a reducir el estrés. La meditación y el yoga son dos técnicas que ayudan a relajarse y a respirar. Si adviertes que vas a entrar en una situación estresante, antes de enojarte respira profundamente, una, dos o tres veces, exhala el aire, piensa y repiensa la situación. Vas a darte cuenta que esa situación no merece tu enojo. Aléjate de todo lo que pueda resultarte estresante.

Las discusiones que no te llevan a ningún puerto seguro no merecen tu enojo, levántate y aléjate de ellas. Intenta hablar despacio, evitarás la ansiedad. El hablar rápido es típico de personas estresadas. Parece que necesitan llegar rápido al final de la oración y recién en ese momento respiran. Acostúmbrate a hablar pausadamente, por otro lado te entenderán mejor. Intenta una vida más tranquila permitiéndote un espacio de tiempo para ti mismo un día a la semana. Puede ser una salida con amigos sin perder de vista tus responsabilidades puedes dedicarte un tiempo. El aire libre es importante, el tiempo que te has reservado puedes ocuparlo en salir a caminar al aire libre. Hidrátate, bebe suficiente cantidad de agua y come despacio.

La alimentación también es importante para aliviar el estrés. Al fin del día relájate en un espacio con tranquilidad donde nadie te moleste. Un baño de inmersión puede ser una buena idea. Enciérrate en el baño durante media hora leyendo un libro y escuchando música de fondo, seguramente habrás logrado un buena relajación.